A través de la familia es que los niños adquieren las herramientas para desarrollarse adecuadamente desde el punto de vista psicológico, emocional y físico, y evitar así patologías mentales u otras enfermedades. Podría decirse que es la familia la principal promotora de la salud de un individuo.
Una familia con buena comunicación entre todos sus miembros, permite establecer lazos fuertes de interacción y confianza, los que a la larga facilitarán enfrentar tanto las crisis normativas (como los cambios en etapas del desarrollo de sus integrantes, como el paso de niñez a adolescencia), como las crisis no normativas (situaciones inesperadas que puedan afectar el normal desarrollo, como dificultades escolares, separación de los padres, etc.).
Si lo llevamos al plano de la salud física, es la familia también desde donde se educan los llamados estilos de vida saludables, la buena alimentación, horarios de sueño adecuados, hacer deporte de forma regular y tener un uso controlado de dispositivos tecnológicos son hábitos que se construyen desde el ejemplo.
Padres con hábitos saludables lograrán desarrollar de mejor manera los mismos hábitos en sus hijos, bien sabido es que, los niños aprenden mejor de lo que ven que de lo que escuchan, dicho de otra forma, el discurso no entra tanto como el ejemplo. Criar con hábitos saludables es la mejor forma de evitar a futuro el desarrollo de enfermedades no transmisibles como la obesidad, hipertensión, diabetes y tantas otras.
Fuente: Por Jimena González